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domingo, 8 de agosto de 2010

Joaquín Larrivey llegó ayer al mediodía y luego fue a ver al equipo...

A las 11.58 de un Sábado soleado en la capital, Joaquín Larrivey hizo su ingreso en el hotel donde estaba la delegación Sabalera. Allí charló por espacio de algunos minutos con el Presidente, Germán Lerche, y luego se fue a visitar a sus familiares. Había llegado procedente de Italia, poniéndole punto final a una historia que tuvo muchos vaivenes. Todavía se recuerda aquella frase del Presidente Sabalero, cuando dos Sábados atrás había oficializado la incorporación de Larrivey. “Está hecho en un 99 por ciento”, dijo Lerche ese día, amparándose en los acuerdos verbales que existían con todas las partes. Sólo faltaba un fax desde Italia, de parte del presidente del Cágliari, formalizando lo arreglado de palabra. Ese fax nunca llegó, la cosa se complicó, Larrivey en algún momento se descartó y la búsqueda Sabalera apuntó hacia otros jugadores. Tanta fue la complicación, que el propio Lerche paró en Rosario en uno de sus tantos viajes a Buenos Aires y arregló la incorporación de Zelaya, que ya tenía un pie en Estudiantes y finalmente se fue a Banfield. “Le quiero pedir disculpas al presidente de Central, que es gente nueva en la dirigencia. Pero cuando arreglamos lo de Zelaya, se abrió otra vez la puerta de Larrivey y éste es el jugador que siempre quisimos”, dijo el Presidente Rojinegro cuando, ahora sí definitivamente, anunció la contratación del delantero que ayer arribó al país.
Larrivey llegó a la cancha sobre la misma hora de comienzo del partido. Atrás había quedado el largo viaje desde Roma, un paso fugaz por su domicilio para saludar a la familia y el viaje al estadio cervecero. “Vengo a ver al equipo y quiero viajar mañana mismo a Santa Fe para empezar a entrenar”, dijo el sexto refuerzo rojinegro.

- ¿Dudaste de tu llegada a Colón, Joaquín?
- Sí, claro que dudé. En algún momento, la negociación estaba caída por completo. Por eso le quiero agradecer muchísimo a Germán Lerche, porque él y su comisión directiva hicieron mucha fuerza para que hoy esté acá. Yo tenía en claro algo: quería regresar a la Argentina. Y el que primero se fijó en mí fue Colón, a través del Turco Mohamed, otro al que le quiero agradecer un montón por todo lo que hizo por mi llegada. Y bueno, fue así... Se daba, no se daba... ¡Hasta hice de intermediario!

- ¿Qué otro equipo se fijó en vos?
- ¿De la Argentina?... Hubo otros, pero el primero que me llamó fue el Turco... Me dijo que quería armar un buen equipo para pelear arriba. Mi idea era volver al país y lo de Colón me encantó.

- ¿Y la gente del Cágliari?
- No estaban para nada de acuerdo... Ellos querían que siguiera en el club o prestarme a otro de Italia, pero la última opción era que regresara a la Argetnina. Fue muy duro y quiero agradecerle a Colón que confió en mí. Conozco a todo el cuerpo técnico de Mohamed, es gente buena y capaz. Y Colón es un gran club.

- ¿Cómo estás físicamente?
- Muy bien. Llevo cuatro semanas de pretemporada fuerte, jugué poco en los amistosos porque estaba latente la posibilidad de la transferencia, así que el técnico no me ponía. Jugué poco, incluido los minutos de ese partido que terminó con incidentes. Pero en el fútbol, las ganas suplen las carencias, en este caso de fútbol. Y yo tengo muchas ganas de jugar.

- Hay dos números vacantes en el listado: el 9 y el 23.
- La 23 me gusta, pero creo que voy a elegir la 9.

Con el Turco Mohamed, Larrivey fue uno de los hacedores del ascenso de Huracán, cuando marcó 13 goles en 38 partidos, con un estupendo desempeño en la segunda parte de ese torneo donde se convirtió en la figura del equipo
. “De la mano de Turco vamos a volver, a La Boca, a Boedo y a Liniers”, cantaba la hinchada de Huracán en esos encuentros ante Godoy Cruz, sobre todo en el infartante cotejo en Mendoza, cuando Huracán derrotó al Tomba por 3 a 2. Ese día, Larrivey no hizo ninguno de los goles del Globo, armando dupla de ataque con Milano. Sin embargo, su presencia resultó fundamental en la campaña y le permitió la transferencia al Cágliari y un paso intermedio por Vélez para coronarse campeón en el Clausura del año pasado, precisamente en un partido ante el Huracán de Cappa en Liniers, cuando la victoria del conjunto de Gareca le permitió coronarse campeón de ese certamen.
Ahora llegó a Colón con todas las ganas intactas. Se reencuentra con el Turco Mohamed, que fue el técnico que le dio el mayor impulso de su carrera. En principio, le peleará el lugar al Bichi Fuertes, pensando en una supuesta dupla titular integrada por Higuaín-Fuertes. Lo de pelearle el puesto al Bichi es un decir. Nadie discute los pergaminos innegables y vigentes del veterano goleador, intacto en lo futbolístico y en la voraz capacidad para hacer goles.
Habrá que ver si el Turco los acomoda para que puedan jugar juntos. Potencialmente, con Fuertes, Larrivey, Higuaín, Damián Díaz y estas apariciones de los pibes Curuchet y Lessman, Colón tiene variantes del medio hacia adelante. Y hay que aprovecharlas.

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