Gracias Pá por esta herencia, por tamaña transferencia.
Por hacerme diferente al común de los demás.
Gracias Pá por tanta gloria, por ser parte en esta historia,
por haberme contagiado de tu sana enfermedad.
Gracias Pá por protegerme del sabor acre de enfrente,
y también de la envidia que se oculta en la avenida.
Gracias Pá por enseñarme a ser fiel y agradecido,
y no un triste acaudalado desleal y adormecido.
Gracias Pá por concederme tanto amor y tanta dicha,
por marcarme el rumbo exacto que me honra y que me guía.
Gracias Pá por tu legado, por tu empeño y tu porfía.
Por hacerme hincha del Negro gracias Pá toda la vida.
domingo, 20 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario