Seguidores

martes, 5 de octubre de 2010

Damián Díaz y la virtud de tenerla atada

“Por un lado, a Marito Sciacqua lo quiero un montón porque me puso en este puesto y siento que le rindo al equipo; por el otro, lo quiero matar porque corro como un hijo de mil p...” (risas).
Es así Damián Díaz. Un tipo ocurrente afuera de la cancha como lo es adentro a la hora de enfrentar mano a mano a un rival con la pelota en los pies. Y un tipo desfachatado en sus declaraciones, como también lo es adentro. Pisando la pelota, metiendo caños o queriendo pasar por donde pocos se atreven.
Damián Díaz llegó a Colón como consecuencia de dos partidos fantásticos que hizo con la camiseta franjeada de la Católica, precisamente ante los Sabaleros y en la Copa Libertadores. Pero se equivocan los que ligeramente creen que eso fue lo único que se tomó en cuenta. Basta con repasar la campaña de Damián Díaz en el club trasandino para saber que estuvo entre los once mejores jugadores del año pasado, integrando un equipo ideal con otras figuras como Rodrigo Millar, Marcos González, Sebastián Toro o el conocido Rodrigo Meléndez, de pasado en Quilmes. Irrumpió con notable categoría en Bentral, pasó a Boca en una operación donde también estuvo involucrado Franzoia, se fue a la Católica y ahora volvió al país, con 24 años, para darle a Colón un toque de categoría individual que le estaba faltando.
Su puesto natural es el de enganche. Uno no sabe a esta altura si la continuidad de Damián Díaz como volante por izquierda se puede asegurar. Dependerá de la elección del técnico. Generalmente, los entrenadores buscan darle equilibrio a los equipos colocando carrileros que sepan tanto ir como volver. No es el caso de Damián Díaz, más allá de que se le pueda reconocer su generosidad y su sacrificio para ocupar posiciones más defensivas.
Eso sí, los últimos dos partidos permitieron ver al Damián Díaz que los Sabaleros padecieron en aquellos partidos de la Libertadores. Un jugador habilidoso y de notable técnica. Un típico enganche al que Gamboa decidió, por haberlo visto ante San Lorenzo en el interinato de la dupla Sciacqua-Marioni, meterlo por izquierda. Se acomodó bien el Kitu. ¿Será sostenible en el tiempo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario