Diego Raúl Pozo: "Todavía no caigo, es una alegría enorme"

El arquero mendocino Diego Raúl Pozo, es el tercer portero que eligió el entrenador de la Selección Argentina, Diego Armando Maradona, para representar a nuestro fútbol en el próximo Mundial de Sudáfrica “Estaba ansioso. Llegamos muy tarde desde Mendoza, ayer nos entrenamos y cuando llegué a mi casa me llamó el presidente de Colón y me dio la noticia”, contó Pozo.
“Estábamos tomando mate con mi mujer y mis nenas, que recién llegaban del colegio. Cuando se enteraron de la convocatoria se pusieron a llorar todas. Yo la verdad que todavía no caigo. En este momento me pasa de todo por la cabeza. Me acuerdo de dónde vengo y lo que luche uno para llegar a esto”, confesó Pozo, quien luego agregó: “Hace dos o tres años debuté en Primera División (fue en el 2006 con Huracán de Parque Patricios) y ahora estar en una lista para ir al Mundial es algo que no puedo explicar porque ahora mi cabeza está en otro lado. Es una alegría muy grande. Recién estaba hablando con mis amigos de Mendoza y me hacían recordar de todo lo que pase. De que nunca bajé los brazos, del esfuerzo, por más que las cosas no te salgan y además de todo lo que hizo mi viejo para que yo jugara al fútbol. Esa es la satisfacción más grande que hoy yo siento. Mi viejo, por ahí, dejaba de lado algunas necesidades de mi hermano para que yo pudiera jugar y hoy puedo demostrarle que valió la pena, realmente eso es maravilloso”, se emocionó el mendocino.
“Todavía no caigo. Me llaman de todos lados y realmente quiero estar con mi señora y mi familia. Después del nacimiento de mis hijas, esto es lo más grande que me ha pasado. Lo trataré de disfrutar al máximo con mis seres queridos”, concluyó Pozo, quien será el tercer arquero de la Selección por detrás de Sergio Romero y Mariano Andújar.

“Membrillo”, como le dicen sus amigos, cumplió el sueño del pibe. Consolidado en la Primera División en un Colón de Santa Fe que pelea siempre cosas importantes, la convocatoria de Maradona le puso la frutilla al postre, a la trayectoria intachable del mendocino.