
Indudablemente que se cometieron muchos errores durante estos meses, ya que Antonio Mohamed nunca encontró el equipo y, cuando lo quiso hacer, ya era demasiado tarde. A esto hay que sumarle el bajísimo rendimiento de algunos jugadores que fueron importantes en el Apertura 2009 y que hoy son una sombra. El caso más palpable es el de Federico Nieto, quien marcó 12 goles en el semestre pasado y que en este lleva anotados apenas dos entre Copa y campeonato. También podríamos incluir a Ricardo Gómez, quien nunca pudo retomar el nivel mostrado en su llegada al club. Pero sería injusto quedarse con estos nombres, ya que muchos de los futbolistas del plantel no repitieron sus mejores actuaciones. Si a esto le sumamos que el Turco se equivocó a la hora de elegir los refuerzos, llegamos a la conclusión de que todas estas circunstancias fueron llevando al equipo a una situación difícil de revertir.
Un partido ganado de los últimos 12 es una muestra clara de lo mencionado y que pone sobre el tapete la imperiosa necesidad de renovar el plantel con vistas al Apertura. Ya lo dijo en varias oportunidades Mohamed y así se lo hizo saber a los dirigentes sobre la urgencia por contar con jugadores de jerarquía para encarar el próximo torneo.
El empate de Lanús y la derrota de Vélez le daban la chance a Colón de igualar en cuanto a puntos a estos equipos y seguir soñando con llegar a la Copa Sudamericana. Mucho más si se tiene en cuenta que enfrentaba a un rival descendido, que había ganado un solo partido en el certamen.
La mesa estaba servida y el horario ayudaba, pero Colón se olvidó de saborear el banquete y quedó atragantado con un empate que no le sirvió para nada. Cuando muchos gastaban a cuenta con la victoria de Colón y pensaban en los goles que podía llegar a convertir, la realidad fue incontrastable y el Sabalero jugó en sintonía con lo que venía mostrando en las últimas fechas.
Es cierto que generó varias situaciones de gol, incluyendo un tanto mal anulado a Iván Moreno y Fabianesi, pero quedarse con eso sería tapar el sol con las manos.
Colón no jugó un buen partido y la prueba de ello es el resultado final ante un rival que mostró toda su dignidad para afrontar 90 minutos cuando ya no tenía ningún tipo de incentivo deportivo. Y eso es lo que hace más preocupante el rendimiento del equipo que dirige Mohamed, que por otra parte se fue del estadio sin realizar declaraciones en un gesto claro de su disconformismo con el resultado y la performance del equipo.
Restan dos partidos y si bien hay posibilidades matemáticas de ingresar a la Sudamericana, en la intimidad del plantel son conscientes que ante Atlético se dejó pasar el último tren.
A la luz de los resultados comienza a sobrevolar una palabra que en el fútbol no se acostumbra a utilizar y que muchos la esquivan: fracaso. Sin embargo, si uno apela al diccionario encontrará que fracaso significa situación en la que no se obtienen los resultados deseados y esperados. Ni más ni menos que lo ocurrido hasta el momento con la producción de Colón en este semestre.
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